La mayoría de las sociedades primitivas conocían la importancia de controlar la reproducción, facilitándola o impidiéndola según el deseo o las necesidades, practicando técnicas de lo más variadas y al mismo tiempo de lo más peligrosas e insalubres para la mujer. No se conocía el ciclo menstrual, y se carecía de cualquier noción sobre fertilidad, pero a lo largo de la historia de la humanidad hay numerosos textos sobre diversos métodos anticonceptivos. Lo que ahora es una gran variedad de posibles métodos anticonceptivos para controlar la natalidad, no es más que la evolución de lo que nuestros antepasados se ingeniaban para evitar un embarazo.
Diversos métodos anticonceptivos a lo largo de la historia. Vía www.erha.com.mx |
Tres siglos más tarde, en 1550 a.C, se redacta otro papiro, el “Papyrus Ebers”, en el cual se describe lo que podría ser considerado como el primer tampón medicado conocido. El papiro dice lo siguiente:
Papiro Ebers |
Para que una mujer deje de concebir durante uno, dos o tres años, tómese brotes de acacia, tritúrense con miel e introdúzcase en la vulva un lienzo empapado en esta maceración
De acuerdo, esto puede resultar desagradable nada más leerlo, pero estudiado más detenidamente tiene mucho fundamento: las raíces de acacia liberan hidratos de carbono polimerizados que, al fermentar dentro de la vagina de la mujer desprenden anhídrido láctico, el cual a su vez se transforma en ácido láctico, conocido por tener una potente acción espermicida, es decir, que es capaz de destruir los espermatozoides (lo cual a su vez es un gran avance para la época).
Avanzando un poco más en la historia, nos situamos ahora en la Antigua Griega, con médicos y sabios clásicos como Hipócrates o Aristóteles. Éste último, en uno de sus escritos, conocido como la “Historia de los Animales”, menciona ungüentos a base de aceite de oliva, aceite de cedro o incienso, y el más famoso, denominado “Ungüento de Saturno”, con una toxicidad muy elevada por estar realizado a base de una mezcla de Acetato de Plomo líquido con aceite común.
Algunos impiden la concepción untando la parte de la matriz en la que cae el semen con aceite de cedro o con un ungüento de plomo o con incienso mezclado con aceite de olivo
Hipócrates, por su parte, descubrió que el momento de mayor fertilidad se producía después de la menstruación, con lo que se podía planificar el momento del coito y de este modo tratar de evitar los embarazos.
Cuidado con mantener relaciones sexuales en los períodos más propicios para la fecundación y evitar el sexo durante los días siguientes a la menstruación
Ejemplo de Dispositivo intrauterino actual |
Nos encontramos ya en la época romana, donde en la primera mitad del siglo II d.C, Sorano de Éfeso recomendaba además de aceites vaginales, la introducción de una bola de lana en la vagina hasta el cérvix empapada de vino u otras sustancias ácidas.
En algo en lo que también fueron pioneros los romanos fue en la invención del método anticonceptivo de barrera más importante hoy en día, el que todo el mundo conoce: el preservativo (condón), pero como era de esperar, lo que utilizaban era de todo menos agradable, pues consistía en cubrir el pene con vejiga o intestino de cabra o cerdo (sí, como leéis).
Imagen de condón de intestino de carnero con inscripción en latín de modo de utilización. Vía www.thebody.com |
Esto no es más que un breve ejemplo de cómo la prevención del embarazo ya se realizaba desde varios siglos a.C, con métodos a cada cual más sorprendente, desagradable si lo pensamos fríamente, incluso antes de que se pusieran en conocimiento los procedimientos naturales de control a lo largo del ciclo menstrual. No obstante, son de lo más lógicos teniendo en cuenta que lo utilizado actualmente, a excepción de los anticonceptivos hormonales y de los métodos naturales, no son más que la evolución de la industria farmacéutica y la investigación médica de lo utilizado por nuestros antepasados.
¡Seguid disfrutando de la ciencia!
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