Una de las áreas de la matemática más reconocida por el público en general es la
teoría de números y, en particular, el estudio de los números primos.
Decimos que un número natural, mayor que uno, es primo si solamente es
divisible entre él mismo y la unidad. Así, 2, 3, 5, 7, 11 y 13, por ejemplo, son primos; mientras que 4, 6, 8, 9, 10 y 12 son compuestos (tienen, al menos, tres divisores distintos).
Los números primos, pese a los enormes esfuerzos realizados por los científicos de todas las épocas, guardan, tras su inocente apariencia, importantes desafíos para las mentes más brillantes. Hoy, sin embargo, nos limitaremos a constatar que simplemente variando la disposición de los números primos en el papel varía la información que se transmite.