Efectivamente, cada vez somos más altos. Esto resulta una evidencia. Pero, este crecimiento, ¿a qué es debido? ¿Será para siempre? O ¿quizá se está creando una nueva raza de superhombres? Trataré de arrojar luz sobre esta y otras cuestiones relacionadas que a tantos nos quitan el sueño.
Uno de los errores más comunes al analizar someramente este tema, es pensar que todo lo relacionado con la estatura está previamente determinado por el patrimonio genético de cada individuo. Nada más lejos de la realidad. Nuestro DNI genético será sólo una parte colaborante en la compleja ecuación que define la estatura final de cada individuo.
La auxología, término que abarca el estudio de todos los aspectos biológicos del crecimiento y desarrollo físico, es una reciente ciencia multidisciplinar que bajo otros nombres se lleva estudiando más de dos siglos, e igual que multitud de áreas de conocimiento ha dado algún que otro volantazo en su historia. Cuando comenzó a estudiarse en Francia, durante muchos años los antropómetras tuvieron la certeza de que tan sólo la raza influía de forma decisiva en la estatura de los individuos. Y no es de extrañar, puesto que los estudios sobre los diferentes grupos humanos y las comparaciones entre sí, y no dentro de los mismos grupos, ayudaron al desarrollo de esta tesis. Por otra parte la falta de series históricas de datos y el uso de metodologías erróneas fueron definitivos para que muchos estudiosos continuaran persistiendo en tesis raciales básicamente hereditarias.Sin embargo los estudios posteriores concluyeron la clara relación existente entre la estatura de los individuos de un colectivo humano y los factores ambientales. Estos factores no sólo están referidos a los condicionantes de tipo físico dentro de los cuales desarrolla su vida el individuo como el hábitat, las condiciones de trabajo, la nutrición, la urbanización, la higiene, sino que también estos factores se relacionan con una multitud de factores que componen el ambiente humano de cada uno.
El análisis realizado en las últimas investigaciones, asocia la talla a la salud física y mental. Estudios llevados a cabo sobre patrones históricos llegan a resaltar el hecho de que desigualdades en el acceso a la educación repercuten en la salud nutricional que determina de forma decisiva la diferencia en la estatura. Disfrutar de una buena salud a edades tempranas se puede relacionar positivamente con los logros educacionales y el trabajo desarrollado en la edad adulta. Es por esto, que la posición social, el empleo, la escolarización, los grados de enseñanza, el nivel de educación de los padres, la desigualdad y el bienestar económico son cuestiones tenidas en cuenta de forma directa o indirecta por la nueva historia antropométrica.
Para acotar todo esto con datos, podemos explorar el caso español. Los estudios realizados sobre este campo se han basado en los datos aportados por el ejército sobre los mozos de entre 19 y 21 años del levante español llamados a filas entre 1857 y 1969. Del estudio de los datos se infiere que la estatura media de los españoles creció hasta 13 cm en 150 años. Lo cual resulta un crecimiento espectacular comparado con los datos existentes de siglos anteriores. La transformación de la talla refleja sin lugar a dudas los importantes cambios ambientales acaecidos durante nuestra historia contemporánea. Además es posible ver la sensibilidad del crecimiento, ya que periodos no muy amplios de escasez y epidemias quedan claramente reflejados en esta serie. En este sentido la segunda mitad del siglo XIX y el periodo de la autarquía franquista, se revelan como los periodos de mayor deterioro en la estatura española.
Pero, ¿cuál es el significado de este crecimiento?, el paleontólogo Christopher Stringer asegura que los humanos estamos recuperando características de los Cro-magnones que en el pasado fuimos y que cientos de años de dietas paupérrimas, epidemias y conflictos nos han hecho perder. Dicho de otra forma, estamos recuperando nuestro potencial físico humano.
Pienso que el título no es correcto. En épocas de bonanza la gente se alimenta mejor. En épocas de vacas flacas, todo lo contrario. A su vez, la gente con mayor nivel cultural se nutre mejor, está coincienciada por una nutrición más sana. Diría que la genética es el factor que juega un papel más relevante en la talla de las personas. Los factores ambientales, también pero menos. Además, estos últimos influyen para toda la población. La genética es particular. Un saludo, bizarros.
ResponderEliminarMuchas gracias en primer lugar por tu comentario, Luis. El título del post sólo trata de introducir al lector en el tema, desde la perspectiva de que no es sólo la genética la que determina la estatura final del individuo. Imagino que nadie ha pensado en ponerse a leer como un loco para ser más alto. El caso es que la genética, va a aportar un marco, unos límites dentro de los cuales se desarrollará con más o menos éxito el individuo. Dicho éxito dependerá de los factores ambientales, y ahí quería llegar. Nuestra genética lleva miles de años siendo la misma, sin embargo, el crecimiento espectacular se ha dado en los dos últimos siglos, que como todos sabemos han sido de cambios radicales en la multitud de aspectos que componen nuestro ambiente vital (sanidad, educación, condiciones de trabajo, y un largo etc.), y lo más interesante, hemos crecido como grupo humano, no individuos de forma aislada. La genética es importante, sí, pero como tus condiciones ambientales no te acompañen tus dos primeras décadas de vida, jamás desarrollarás tu potencial. Saludos!!!!
Eliminar