Síndromes de cuento

5 de febrero de 2014

Se conocen inmumerables síndromes raros, cuya prevalencia es muy pequeña, pero que por lo extraños que son, resultan muy interesantes. Hay síndromes con nombres increíblemente sorprendentes, pues pueden hacer referencia a personajes mitológicos y literarios, de ciudad, de protagonistas de cuentos tales como Alicia, Peter Pan, la Bella Durmiente… Nombres realmente curiosos, muy bien pensados por el profesional que los designó, pues basta con pensar un poco y el por qué está claro.

Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas.


Dibujo original de la obra de Lewis Carrol "Alicia en el País de las Maravillas". Ilustración: John Tenier

¿Quién no conoce esta famosa obra de Lewis Carrol?. Pues bien, haciendo un poco de memoria, recordamos la escena en la que Alicia bebe de una botella en casa de conejo blanco y crece desmesuradamente de tamaño. Todo lo demás se muestra diminuto.

No sé hasta qué punto Lewis Carrol podía tener conocimiento de la posibilidad de que la percepción visual se viera alterada por ciertas alteraciones o patologías, que podrían hacer que esta representación fuera real. Pero realmente, lo es. Médicamente, este síndrome se conoce bajo el término de Micropsia.

Se trata de una alteración de la percepción visual, por la cual los objetos parecen mucho más pequeños de lo que son realmente e incluso parecen más alejados. Se ocasiona por diferentes patologías neurológicas, siendo la más frecuente la migraña, a pesar de lo cual, también puede aparecer en casos de epilepsia, cuadros febriles, intoxicación por drogas alucinógenas o infecciones neurológicas virales.

Por otro lado, en este síndrome también se puede producir una alteración de la propia percepción, es decir, los pacientes que lo sufren pueden tener distorsionada su propia imagen, percibiéndose como más grandes de lo normal, lo cual es definido como Macropsia.

Síndrome de Peter Pan


Creo que tan solo con nombrar a este personaje de nuestra infancia, todos intuimos de que se trata: “el niño que no quería crecer”.

En la década de los 80, el psicólogo estadounidense Dan Kiley publicó un libro que se convirtió en un best seller inmediato tras su publicación: The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up («El síndrome de Peter Pan, hombres que no crecieron nunca»). Comenzó a investigar sobre este síndrome a partir de su propia experiencia profesional, debido a que observó que muchos de los pacientes jóvenes que trataba en su consulta se negaban a asumir responsabilidades propias de los adultos.

Según Kiley, rasgos característicos de estos Peter Pan son irresponsabilidad, dependencia, capacidad para la manipulación a terceros, narcisismo (sólo piensan en ellos) o incapacidad para aceptar las normas ni las leyes de la sociedad.

El síndrome de Peter Pan puede ser consecuencia de múltiples factores (rasgos de personalidad, estilo de afrontamiento de los problemas, etc). De todos ellos, el más importante está relacionado con la infancia del paciente; una infancia excesivamente feliz que el paciente puede llegar a idealizar, o bien, una infancia completamente infeliz, carente de afecto. En el primer de los casos, el síndrome busca perpetuar esos momentos viviendo en una infancia constante, mientras que en el segundo la función principal es recuperar el tiempo perdido.

Síndrome de la Bella Durmiente

Hans Katzka (1859-1945) "Sleeping Beauty"
Había una vez dos reyes que esperaban con gran entusiasmo el nacimiento de su primera hija, a la que pondrían el precioso nombre de Aurora. Pero la malvada bruja Maléfica, enemiga del reino, lanzó un terrible hechizo sobre la princesa: el día en que la joven cumpliera dieciséis años, se pincharía con una rueca y moriría. Pero sus tres divertidas hadas madrinas (Flora, Fauna y Primavera) descubren una forma de romper el maleficio y evitar la muerte de nuestra protagonista: permanecerá dormida hasta que un valiente príncipe azul la bese.

¿A que con el recuerdo de este entrañable cuento os hacéis una idea de en qué consiste?. Pues este síndrome, hablando en términos más científicos, es conocido bajo el término de Síndrome de Kleine-Levin o Hipersomnia.

Se trata de una patología de origen neurológico muy poco frecuente, de la cual se desconoce la causa. A pesar que aparece tanto en hombres como en mujeres, es más frecuente en varones durante la adolescencia.

La principal característica es la existencia de periodos prolongados de somnolencia excesiva y sueño prolongado, que puede presentarse durante largas horas (por lo general de hasta más de 18 horas), días e incluso semanas. Por lo general los familiares deben despertar a los pacientes para ir al baño, lavarse o comer, pero de inmediato caen en un sueño profundo. Esto genera una gran limitación de la vida, del aprendizaje y de las relaciones.

Estos son solo tres ejemplos de síndromes con nombres peculiares, pero que no por ello carecen de importancia. En un próximo post os propongo continuar conociendo síndromes con nombres singulares, para que estos recuerdos de nuestra infancia y su particular aportación a la ciencia no sean un final en el cuento, sino un punto seguido. Y mientras tanto, seguid disfrutando de la ciencia.

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