¿Para qué casarte cuando puedes parasitar?

SACERDOTE.—(Con voz gangosa) Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para unir en Sagrado Sacramento a Jorge y a Almudena.
                                                                [...]
Así, pues, ya que queréis contraer Santo Matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.
NOVIO.—(La felicidad desborda por sus ojos) Yo, Jorge, te recibo a ti, Almudena, como esposo y me entrego a ti y prometo parasitarte fielmente en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfer...
NOVIA.—(Visiblemente trastornada)  ¡¡¿¿CÓMOOO??!! ¡¡¿¿PERO QUÉ C*** DICES??!!
NOVIO.—(La felicidad de sus ojos se ha esfumado y ahora muestran contrariedad. Responde titubeando) Sí, cariño, teniendo en cuenta las condiciones ambientales en que vivimos, creo que lo mejor para los dos es que yo te parasite de por vida y...
TESTIGO 1.—(Riendo) ¡Vaya braguetazo!
SUEGRA DEL NOVIO.—(Golpeando con el abanico) ¡Si es que se venía venir!
LISTO DE TURNO 1.—¡Vivan los novios!
LISTO DE TURNO 2.—¡Vivan!

Ahora que los psicoactivos están siendo eliminados del organismo de nuestro becario, que no fue capaz de lidiar con la presión, y se encuentra en estos momentos durmiendo la mona, quiero comunicaros que hoy vamos a hablar de algo casi tan inescrutable como los caminos del Señor: las profundidades oceánicas y sus moradores.

Capas oceánicas

En concreto, vamos a centrarnos en la zona batial, es decir, la primera capa oceánica donde la oscuridad es total, comprendida entre los 1000 y los 4000 metros de profundidad, pero todavía por encima del fondo oceánico o abisal. Como ya sabéis, las condiciones ambientales de este vastísimo hábitat tridimensional no son, aparentemente, las más favorables para el desarrollo y mantenimiento de ese fenómeno natural que lucha constantemente contra los principios de la termodinámica y que denominamos vida: temperatura de 4 ºC, ausencia absoluta de luz, bajas concentraciones de oxígeno, presión de la columna de agua de hasta 400 atmósferas y, lo peor de todo, ¡no llega el pizzero!


Debido a la ausencia de luz, en esta zona no se puede producir la fotosíntesis y, por tanto, no pueden existir productores primarios que mantengan una red trófica típica. Este hecho va a definir las estrategias de supervivencia de las diferentes especies de este hábitat de tinieblas eternas. Puesto que la entrada de materia y energía en este sistema procede, principalmente, de los detritos orgánicos (o nieve marina) de las capas superiores, podemos encontrar dos estrategias bien diferenciadas: detritívoros y depredadores.

Dentro de este segundo grupo, encontramos al grupo de los Lophiiformes que incluye, por ejemplo, al incomprendido pero delicioso rape y a los peces pescadores bioluminiscentes de la superfamilia Ceratioidea. Con un simple vistazo a la imagen inferior, podemos identificar algunas de las adaptaciones que han permitido a los peces pescadores o peces demonio sobrevivir bajo estas duras condiciones.

Pez pescador

     Problema 1. No llega el pizzero. Una gran boca en posición superior (no es casualidad), con una amplia y rápida mandíbula inferior guarnecida de largos y afilados dientes, succiona a la presa (ya sea un detritívoro u otro depredador) y le impide escapar tras su captura. Además, como buen suscriptor de Jara y Sedal, ha transformado el primer radio de su aleta dorsal en una caña (illicium) dotada de un señuelo luminiscente (esca) y alimentado con pilas bacterianas para atraer a las posibles presas directamente a sus fauces.   SOLUCIONADO
     Problema 2. Condiciones físico-químicas. a) Si no quieres morir aplastado por la elevadísima presión hidrostática, tu cuerpo ha de ejercer una presión interna opuesta para equilibar el sistema de fuerzas. Por tanto, a diferencia de otros teleósteos, los Ceratoidea suelen carecer de vejiga natatoria para controlar su flotación, ya que se trataría de una apuesta peligrosa (imaginad un globo haciendo ¡pum!) y con un coste energético muy elevado (si ya cuesta inflar las cámaras de la bicicleta a 3-4 atm, ¡imaginad a 400 atm!). b) Si careces de órgano de flotación, lo mejor será que alivies lastre, en este caso, reduciendo al máximo el esqueleto óseo y sustityéndolo por otro material más liviano; el cartílago. c) Para paliar los efectos de las bajas temperaturas, nada mejor que modificar con largos ácidos grasos insaturados la composición lipídica de las membranas celulares para aumentar su fluidez y, por tanto, la eficacia del metabolismo. d) Por último, si reduces tu masa muscular, el consumo de oxígeno disminuye. Y ya que dispones de una caña con luz, pues cazas al acecho, ahorrándote movimientos innecesarios.   SOLUCIONADO

Tras dejar trabajar a sus anchas a la selección natural durante generaciones, nos encontramos con una familia (Ceratiidae), compuesta por más de 320 especies, con adaptaciones anatómicas y bioquímicas suficientes para mantener una eficacia biológica suficiente para la supervivencia y perpetuación de las diferentes poblaciones. ¡Perfecto! Podemos soltar a nuestro pez tranquilamente en nuestro acuario. ¿O no? ¿Será nuestro pez capaz de encontrar pareja en este inmenso páramo submarino? ¡Porque aquí no hay bares para ligar!

Problema 3. Tienes un nuevo mensaje de hotpussy91. La vastedad de este hábitat realmente supone un obstáculo de difícil solución, así que llegados a este punto, la selección natural tomó por la secante. Ante la reducida probabilidad de toparse con una pareja receptiva, la presión evolutiva transformó a los machos de los peces pescadores en parásitos de las hembras. Vamos, en simples sacos de esperma a disposición de la hembra.

Dos machos de la especie Ceratias holboelli parasitando a una hembra. Fuente: C. Tate, 1925.

Esta adaptación constituye un ejemplo de dimorfismo sexual extremo. Los machos jóvenes, después de un breve periodo de vida pelágica libre (o, incluso, justamente tras la eclosión), comienzan la desesperada búsqueda de una hembra. A ella ligarán su existencia de por vida: nutrición, desplazamiento y reproducción. Los machos presentan unos receptores especiales en sus narinas para identificar el rastro de feromonas femeninas, así como unos ojos proporcionalmente mayores que los de las hembras para vislumbrar la tenue luz del faro entre las tinieblas: sí, sólo las hembras disponen de órgano bioluminiscente. Una vez han encontrado una pareja, se aferran a ella con unos dentículos especiales y, mediante de liberación de factores de crecimiento, en un mecanismo fisiológico e inmunológico no descrito todavía por la ciencia, conectan ambos sistemas circulatorios de forma permanente. A partir de este momento, la hembra puede autofertilizarse y, sí, el macho no ser más que un mero y minúsculo apéndice sexual.   SOLUCIONADO

Pasaron casi cien años desde la identificación de las primeras especies de Ceratiidae hasta que, en 1922, Sæmundsson descubrió por qué en las expediciones oceánicas sólo se encontraban ejemplares hembra: los machos son más de 60 veces más pequeños y 500.000 veces más ligeros que las hembras. 1ª Ley del Buen Parásito: No reducirás significativamente la capacidad de supervivencia de tu hospedador.


Y ésta es la estrategia de supervivencia y auto-perpetuación de nuestros compañeros de viaje, los Ceratiidae. ¡Vivan los novios!


Y si os habéis quedado con ganas de más:

- Un breve y divertido vídeo resumen (2 minutos) sobre los demonios marinos: https://www.youtube.com/watch?v=Z-BbpaNXbxg
- Don't be afraid of the dark! Be afraid of the light! Como de costumbre, los de National Geographic, en lo más alto: http://video.nationalgeographic.com/video/animals/fish-animals/bony-fish/weirdest-angler-fish/
- Una interesante introducción algo más académica sobre los peces pescadores por parte de Mark McGrouther del Australian Museum (sí, tienen un acento un poco difícil). A partir del minuto 6:00: http://www.youtube.com/watch?v=JwMOecLETdQ
- Primer capítulo del Dios de los peces demonio, Ted Pietsch (no aviséis a la SGAE): http://www.ucpress.edu/content/chapters/10866.ch01.pdf