Uno de los grandes avances que ha ayudado a prolongar la vida media y a mejorar la calidad de ésta han sido los medicamentos. Los hay de diferentes tamaños, formas, colores, indicaciones y contraindicaciones, formulación, posología...
Y es aquí donde en muchos casos, la toma de fármacos toma forma casi de horario militar a seguir para millones de personas. Un alivio para toda esta población sería la ingesta de fármacos de acción controlada, ¿y si en lugar de tener que tomar una pastilla en cada comida se tomase una única al día que por si sola liberase el principio activo de forma controlada y prolongada?
El primero grupo sería el de liberación retardada, aquí es fácilmente intuible que el principio activo del fármaco no actúa inmediatamente tras su ingesta, sino que se retrasa a su llegada a los intestinos. Esto se logra recubriendo el medicamento con sustancias gastrorresistentes, de manera que el fármaco pase a través del estómago "protegido" de los jugos gástricos, y actúe en el intestino. Aquí encontraríamos, por ejemplo, algunos tipos de antidepresivos y de antidiabéticos.
El segundo grupo es de los más interesantes y es que logra prolongar el efecto del fármaco, denominados de liberación prolongada (con ese nombre nadie podría haberlo imaginado). Hay diferentes tipos:
- Bombas osmóticas (OROS: Oral Release Osmotic System): aquí la presión osmótica controla la liberación del fármaco. La pastilla está compuesta por un núcleo donde se encuentra el fármaco, rodeado de una membrana semipermeable. Esta membrana es la que permite, dependiendo de la diferencia de concentración entre el medio y el interior del comprimido, la entrada de agua para la dilución del principio activo, y la salida de éste una vez disuelto a través de un microagujero en la membrana creado por láser. Esta forma se presenta en algunos medicamentos para el tratamiento de la hipertensión.
Bajo este principio existen diferentes variantes en las que, por ejemplo, la pastilla se encuentra, por así decirlo, compartimentada. En una zona se halla el principio activo y en otra una cavidad que contiene un hidrogel que por diferencia de presión osmótica se expande, empujando así al principio activo fuera del comprimido.
- Microcápsulas: estas cápsulas, que a muchos de nosotros nos resultarán conocidas, contienen diferentes gránulos de principio activo. Éstas se encuentran recubiertas por una capa de gelatina u otro material polimérico de disolución lenta, así si disponemos de diferentes recubrimientos (con sus diferentes velocidades de absorción en el organismo), lograremos en una única toma, diferentes tiempos de absorción. Este tipo de tecnología se aplica a algunos medicamentos antifúngicos.
Por último, encontramos los fármacos de liberación acelerada. La característica de éstos es que no se requiere de ningún líquido para su disolución, ya que son absorbidos directamente en la mucosa bucal, y por ello su principal ventaja es su acción instantánea. Aquí podremos encontrar, por ejemplo, la Lizipaína.
Actualmente se está investigando en nuevos fármacos que ayuden no sólo a su efectiva acción sino a su cómoda administración. Ejemplo de esto son las vacunas en forma de parches indoloros, con pequeñas agujas prácticamente imperceptibles por el ser humano.
Como siempre, la ciencia al servicio del ser humano :)
El Adalat, un medicamento para controlar la angina de pecho, sigue el principio de liberación OROS. Si queréis más información sobre las bombas osmóticas, podéis consultar este enlace
ResponderEliminarhttp://en.wikipedia.org/wiki/Osmotic_controlled-release_oral_delivery_system