Unos rayos con mucha historia

7 de noviembre de 2014

Una de las pruebas diagnósticas que se pide con más frecuencia tanto en los servicios de urgencias como de forma ordinaria es la Radiografía. ¿Queréis conocer un poco más de su historia?

Según la Real Academia Nacional de Medicina, en su diccionario de términos médicos, los Rayos X son una radiación electromagnética invisible para el ojo humano, cuya longitud de onda está comprendida entre 0.1 y 10 nm, capaz de atravesar cuerpos opacos e impresionar películas fotográficas.

La transcendencia del descubrimiento de los rayos X ha sido extraordinaria para la medicina. Los avances en el diagnóstico de las enfermedades cambiaron la forma de realizar la práctica clínica. La posterior evolución de la investigación en este campo de los rayos X ha permitido desarrollar nuevos y sofisticados sistemas que no solo nos permiten profundizar en el diagnóstico de las enfermedades, sino además utilizarlos como recurso para, con ellos o bajo control, abordar procedimientos terapéuticos.

UNA VISTA ATRÁS

En 1895, Wilhelm C. Roentgen investigaba los efectos de diferentes tipos de tubos de vacío y lo que ocurría al producirse una descarga eléctrica. Haciendo experimentos, y sujetando con su mano un aro de plomo, advirtió que no sólo observaba el aro sino también sus huesos.

La primera radiografía que realizó fue a su mujer tras una exposición de 15 minutos. Roentgen nunca quiso patentar su invento, ya que siempre dijo que lo quería para beneficio de la humanidad.

Radiografía realizada por Roentgen a su esposa
Muchos fueron los científicos que aportaron sus conocimientos para la mejora de los rayos X, muchos de los cuales fueron galardonados con el Premio Nobel de Física. Gracias a sus estudios, los efectos nocivos de la radiación han sido en buena medida controlados, si bien es cierto que las nuevas tecnologías hacen recibir a los pacientes una mayor dosis de radiación.

Además, la evolución de las nuevas tecnologías nos ha llevado al desarrollo de otras máquinas más complejas como es el caso de la tomografía axial computerizada (TAC), en donde, no solo se toma una radiografía, sino que se hacen múltiples cortes del cuerpo humano, obteniéndose muchas imágenes.

Tomografía Axial Computerizada (TAC)
Este es solo un ejemplo, pues son muchos los aparatos que permiten diagnosticar y que se inventaron hace muchos años, de manera muy rudimentaria para lo que nosotros estamos acostumbrados en la actualidad, pero que gracias a ellos, se ha mejorado tanto en diagnóstico como en tratamiento de múltiples afecciones.

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