Bien, todas hemos tenido alguno de esos momentos (yo la primera, y bien lo saben en mi casa jajaja). Tal vez pueda resultar un poco exagerado, pero esto es muy frecuente en las mujeres y es lo que conocemos como Síntomas Premenstruales. Sin embargo, en muchas mujeres, la asociación de varios de estos síntomas se convierte en un serio trastorno y puede interferir de manera muy significativa en su vida diaria, produciendo absentismo laboral e incluso aumentado el riesgo de depresión e intentos suicidas. En este caso estamos hablando del denominado Síndrome Premenstrual y su variante más grave, el Trastorno Disfórico Premenstrual.
SÍNDROME PREMENSTRUAL Y TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL.
Se caracterizan por la presencia de síntomas físicos/fisiológicos, y emocionales que aparecen al final de la segunda mitad del ciclo menstrual permaneciendo en ocasiones los primeros días de la menstruación y que se repiten generalmente todos los ciclos.
Depresión, arrebatos de ira, episodios de llanto, ansiedad, confusión, distanciamiento social, falta de concentración, insomnio o cambios en el deseo sexual.
Síntomas fisiológicos (obtenidos de la misma fuente anterior):
Cambios en la sed y el apetito, deseos intensos de comer ciertos alimentos, mastodinia o sensibilidad mamaria aumentada, hinchazón y aumento de peso, dolor de cabeza, hinchazón de pies y manos, dolores generalizados, agotamiento, problemas cutáneos, síntomas gastrointestinales o dolor abdominal.
Según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), las diferentes sociedades científicas trataron de llegar a un consenso para determinar cuando estábamos ante la situación de mayor gravedad y cuando ante un síndrome premenstrual más leve.
De acuerdo con esto:
- Síndrome Premenstrual: De uno a cuatro síntomas premenstruales físicos o de comportamiento/emocionales.
- Trastorno Disfórico Premenstrual TDPM: Cinco o más síntomas premenstruales presentes durante la semana anterior a la menstruación y de rápida resolución los primeros días de la misma, habiendo estado presentes la mayoría de los ciclos durante mínimo el año anterior. Además, estos síntomas deben interferir de manera significativa en la actividad diaria de la mujer que los padece, no ser una exacerbación de una enfermedad psiquiátrica concomitante y aparecer en edad fértil.
Los criterios diagnósticos del trastorno disfórico premenstrual los podéis consultar en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DMS-V) en su 5ª edición, publicada en 2013, que incluye ya al TDPM como una enfermedad psiquiátrica.
FISIOPATOLOGÍA DEL SÍNDROME PREMENSTRUAL.
Realmente, todavía hoy en día no se conoce con claridad el motivo y mecanismo por el cual se produce este síndrome. Lo que sí se sabe es que hay una interacción compleja entre los estrógeno ováricos y ciertos neurotransmisores a nivel del sistema nervioso central. Para que se generen los estrógenos ováricos es necesario que haya un correcto funcionamiento de los mismo, es decir, se produzca una adecuada ovulación y la formación del conocido cuerpo lúteo, una "masa amarilla", que se forma en el ovario tras la ovulación y que se encarga de la producción de hormonas femeninas, principalmente estrógenos y progesterona (sobretodo esta última), siendo las que predominan en la segunda mitad del ciclo menstrual.
De igual modo, también parecen tener un papel en estos síndromes la deficiencia de vitaminas del grupo B principalmente y niveles bajos de magnesio intracelular.
MANEJO Y TRATAMIENTO DEL SÍNDROME PREMENSTRUAL.
Un tratamiento específico para curar el Síndrome Premenstrual o el TDPM no existe; únicamente se podrían utilizar terapias u otros tratamientos médicos para tratar de evitar o disminuir la sintomatología que presente la paciente.
Si hemos comentado que se produce una alteración en la transmisión de la Serotonina, todos aquellos fármacos que mantengan niveles adecuados de Serotonina a nivel central, como es el caso de los ISRS (Inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina: fluoxetina, sertralina, citalopram, escitalopram y paroxetina) serían el tratamiento de primera línea. También se podría plantear la supresión de la ovulación, los anticonceptivos hormonales, principalmente aquellos que contengan como progestágeno (los anticonceptivos hormonales contienen estrógenos y progesterona) la Drospirenona, Agonistas de la GnRH que suprimirían la ovulación a nivel central.
De igual modo sería muy útil la modificación de hábitos de vida como la realización de ejercicio físico, suplementos vitamínicos que contengan vitaminas del grupo y B y Magnesio y alimentos ricos en Serotonina de manera natural, un ejemplo de los cuales es el Chocolate (¡Ahora lo entiendo todo!).
Espero os haya resultado interesante, que comprendamos todos/as por qué tenemos ciertas emociones, comportamientos, malestares, molestias en ciertos momentos como los que ocurren en el ciclo menstrual de las mujeres, y sepamos tener unas directrices para poder manejarlos.
Un saludo y que sigáis disfrutando de la ciencia.
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