Aguas Glaciares... ¿qué no se mezclan?

21 de agosto de 2013

Hay fenómenos de la naturaleza a los que estamos tan acostumbrados diariamente que nos resultan de lo más monótonos y sencillos. Por ejemplo, la no mezcla de agua y aceite es algo a lo que no le damos importancia, ya que lo hemos visto en numerosas ocasiones. No nos resulta extraño que el aceite flote en la superficie del agua porque nuestra mente lo relaciona como un hecho conocido, y porque sin saberlo, tenemos interiorizada su causa, una simple diferencia de densidades. 

Sin embargo, existen otros hechos que nos pueden llamar la atención y causarnos cierta sorpresa, aunque sin saberlo conozcamos las causas que los producen. Un ejemplo de ello, puede ser la siguiente fotografía, donde apreciamos dos aguas oceánicas que no se mezclan.


¿Qué ocurre y qué variables son las responsables de este fenómeno?

El parámetro fundamental, al igual que en el caso del aceite, es la diferencia de densidades entre las aguas. El agua pura posee una densidad de 1000 Kg/m3, mientras que el agua de los océanos, en su superficie, es de 1027 Kg/m3 debido a cambios en la temperatura y en la salinidad. Recordemos que el agua de los océanos se hace menos densa a medida que aumenta la temperatura y desciende la salinidad.

La salinidad es una propiedad importante de las aguas que nos presenta la abundancia relativa de los iones más comunes y que nos sirve para establecer una clasificación de los diferentes tipos. En términos de unidades podríamos decir que es la cantidad total de las sustancias sólidas contenidas en un kilogramo de agua. En el caso de las aguas naturales estos iones provienen fundamentalmente de procesos de mineralización y desgaste de las rocas que forman la corteza terrestre y de emanaciones del manto terrestre, a través de la actividad volcánica, aunque puede haber otros tipos de procedencias.

El agua de mar está compuesta en promedio de un 96.52% de agua y un 3.49% de substancias disueltas, fundamentalmente sales. Los iones más comunes son Cl-, SO4=, Ca++, Mg++, Na+, y K+ y las proporciones que encontremos de ellos presente puede variar según la latitud sea alta o baja o a lo largo del perfil de profundidades. 


Por su lado, los gradientes de Temperatura influyen en dos aspectos. Primero en que a medida que se desciende hacia el fondo del océano, la temperatura desciende cada vez más y por lo tanto la densidad aumentará y segundo afectando a la salinidad, ya que los cambios de temperatura serán más pronunciados en agua salada que en agua dulce, debido al fenómeno de estratificación termal. Es interesante añadir que la circulación de agua en las profundidades es horizontal, es decir, el agua se desplaza junto a capas de igual densidad, por lo que este parámetro no se considerará.


¿Cómo se aplica esto a la “no mezcla de aguas” del Golfo de Alaska?

El Golfo de Alaska se encuentra en uno de los brazos del Océano Pacífico, en una costa salpicada de profundos entrantes, junto a la bahía glaciar. Situado en un entorno natural helado, encontramos una confluencia de aguas de distinta procedencia: agua salada del Mar Báltico con agua dulce de los glaciales que “no se mezclan”, formándose un estuario, es decir, una capa superficial de agua dulce que se mezcla muy lentamente con agua del mar. 

El agua salada, siendo más densa, se extiende por debajo de la corriente de agua dulce, formando lo que se denomina como una cuña de agua de mar. Dicha cuña se puede desplazar corriente arriba en el río, dependiendo de la morfometría del estuario, la velocidad y turbulencia del flujo de agua dulce, y la altura y energía del oleaje en el mar. Además a esto hay que sumarle que el calentamiento de las aguas superficiales por la radiación solar afectará a la distribución de la temperatura en la columna del agua y por ende a la salinidad y la densidad. 


Es decir, que tras esta fotografía donde aguas de glaciales no se mezclan con aguas bálticas se esconden fenómenos de Picnoclino (gradientes de densidad), Haloclino (gradientes de salinidad) y Termoclino (gradientes de temperatura), pero aún mejor se esconden diferentes patrones de fisiología, diversidad y comportamientos de organismos y microorganismos en océano, que convierten a este paraje en un lugar lleno de atracciones para la ciencia.

No sé vosotros pero yo después de esto, estoy deseando de coger un avión y disfrutar de este auténtico maravilloso paraje.

Nos vemos en la próxima entrada, hasta entonces... ¡¡¡¡¡ DISFRUTEN DE LA CIENCIA!!!!!

1 comentario:

  1. Muy constructiva la explicacion, siempr tenia la curiosidad de saber el porque de este fenomeno......Felicidades

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