La vida sin sueño

17 de enero de 2014

En una de esas tardes de Domingo, de manta y sofá y una buena película, acabé viendo un film de hace varios años. Reconozco que me generó una gran angustia por el protagonista, que encarna a la perfección Christian Bale. Y podréis preguntaros: ¿Es que acaso nos va a hablar de cine ahora?. Pues no, pero no sería de extrañar demasiado, pues muchos de mis compañeros son grandes cinéfilos.

La cuestión por la que os hablo de esta película, es porque el personaje principal declara que ¡lleva un año sin poder dormir!; es incapaz de diferenciar entre la realidad o aquello que tal vez es producto de su imaginación. Es presentado como una persona de extremada delgadez (realmente extrema), demacrada. Impone verlo desde la primera escena de la película. La cuestión es que me hizo preguntarme si esto es posible; si una persona puede estar tanto tiempo sin dormir.


INSOMNIO Y NARCOLEPSIA

Son diversos los trastornos del sueño que se conocen, como por ejemplo, el que todos hemos padecido en algún momento: ¿Quién no ha podido cerrar un ojo previo a un examen o a algún acontecimiento importante?. Este sería el conocido como Insomnio. Todos pensamos que es la dificultad para iniciar el sueño, pero no es sólo esto. En realidad, hay tres tipos de insomnio:

- Inicial: Es la dificultad para iniciar el sueño nada más acostarnos.
- Intermedio: Es despertarse frecuentemente a lo largo de la noche.
- Terminal: Es el hecho de despertarse muy temprano por la mañana, a veces incluso horas antes de la hora planeada.

¿A que todo esto si nos suena un poco?. Todos en algún momento hemos sufrido alguna de ellas.

El extremo opuesto de la dificultad para dormir sería la conocida Narcolepsia. Sería algo así como quedarse dormido en cualquier sitio. Aunque en realidad es algo mucho más serio. Es un trastorno que genera sueño excesivo e incluso ataques de sueño que se pueden repetir a lo largo del día. Se acompaña de síntomas en ocasiones graves e incapacitantes, tales como:

- Parálisis del sueño: Es un síntoma de alarma que se produce antes del sueño. La persona que lo padece, experimenta la desagradable sensación de ser incapaz de moverse durante unos minutos, previo a conciliar el sueño.
- Alucinaciones: Pueden ser tanto visuales como auditivas, y se producen al quedarse dormido. Algo parecido a empezar a soñar antes incluso de estar dormido.
- Cataplejía: Se trata de episodios súbitos pero por lo general de breve duración, de pérdida de tono muscular bilateral en ambos miembros inferiores (esto es lo más frecuente), generado principalmente por alguna emoción previa. Lo típico es la caída al suelo, acompañada de risas, enfado, sorpresa… Os ofrezco este breve vídeo en donde se observa claramente en que consiste.


No se conoce tratamiento definitivo para la Narcolepsia. Sólo podríamos utilizar ciertos medicamentos para poder frenar los síntomas. Por lo tanto, como veis, se trata de una patología que puede ser muy incapacitante pues, en edad infantil, dificulta el aprendizaje y la estancia en el colegio, puede generar caída que en caso de golpes importantes puede ser grave. Por su parte, en edad adulta genera serios problemas laborales, puede suponer un riesgo si la persona desconoce que tiene esta patología, tanto en ciertos trabajos como en la conducción.

INSOMNIO FAMILIAR FATAL

Este es el ejemplo más grave, al que me refería al principio. A pesar de que en la película la causa no es la misma, el resultado casi es idéntico. En nuestro protagonista el insomnio fue provocado por un acontecimiento traumático, mientras que el origen real de esta enfermedad es ligeramente diferente.

Es una patología que lo mismo es de rara que de grave. Se trata de una enfermedad genética perteneciente a las conocidas como encefalopatías espongiformes hereditarias familiares en la cual se produce la pérdida de gran cantidad de neuronas y se produce una atrofia de amplias áreas del cerebro.(¿Recordáis la conocida con enfermedad de las vacas locas?, pues sería algo similar pero en adultos y generada por una alteración genética transmisible).

La persona afectada sufre un insomnio progresivo, que no es posible tratar con fármacos, y que llega a alterar el funcionamiento del sistema nervioso central, hasta que al cabo de meses, o unos pocos años, provoca la muerte del paciente.

Se considera que este trastorno afecta a una de cada 33 millones de personas; se han descrito familias afectadas en prácticamente todo el mundo (Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Italia, Austria, Reino Unido Australia y Japón). Por su parte, en España, la mayoría de los casos se encuentran en el País Vasco, habiéndose identificado alrededor de veinte casos, según datos recientes.

La principal manifestación que caracteriza esta patología es, como su propio nombre indica, un insomnio progresivo e intratable: el paciente es incapaz de conciliar el sueño, aunque lo quiere hacer, intenta dormir, pero las alucinaciones y las crisis respiratorias le devuelven a un estado de vigilia. Comienzan a producirse trastornos de la atención y la memoria, desinterés por el entorno, falta de concentración, depresión y alteraciones de la conducta, llegando en ocasiones a presentar alucinaciones; es por ello que al inicio estos pacientes eran considerados pacientes dementes. Por ello, en un principio se mantenía a estos pacientes en psiquiátricos pues se desconocía el origen real de esta patología.

Actualmente no hay un tratamiento efectivo para el insomnio familiar fatal, y tampoco se puede hacer nada para prevenir su aparición cuando se realiza un diagnóstico genético que determina que una persona la va a padecer en el futuro. Por ello, en aquellas familias en las cuales se diagnostica la alteración genética sólo se podría prevenir cien por cien la enfermedad realizando un diagnóstico preimplantacional (consejo genético).

Y ya para acabar os ofrezco un vídeo del programa Comando Actualidad de RTVE de hace algunos años, sobre un reportaje que trataba sobre esta enfermedad. Que lo disfrutéis.


Espero que hayáis podido ver la importancia de los trastornos del sueño, pues ni es bueno dormir demasiado ni dormir muy poco, así que, esperando que no os haya entrado sueño con el tema… ¡que durmáis bien!

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