En el nombre del progreso

14 de junio de 2013

¿Cuál es el objetivo de la ciencia y la tecnología? Al serles planteada esta cuestión, muchos probablemente entenderán que se trata de una obviedad y responderán sin dudar que la finalidad no es más que la de proporcionar al ser humano una vida más cómoda…”¿para qué si no tanto retorcerse los sesos?”.

Personalmente estoy bastante de acuerdo con tal visión pragmática. Si bien muchos encontramos placentero el conocimiento del porqué de las cosas, no cabe duda, por así decirlo, que la aplicación es lo que le da el “toque de gracia” a ese conocimiento.

Sin embargo, la trascendencia de algunos avances científicos y proyectos tecnológicos ha posibilitado el hecho de que hoy en día se puedan justificar grandes atrocidades, o ensayos de las mismas, en nombre de la ciencia y el supuesto desarrollo de ciertas regiones (no hay más que ver como determinados países usan el pretexto de la autosuficiencia energética para fabricar misiles nucleares).

Precisamente fue ese tipo de grosera justificación la que utilizó algún pequeño dios llegado del cielo de la energía, para decidir que tenía derecho de acabar con una buena extensión del paraíso terrenal que es la Amazonia.



La presa de Belo Monte:


Para aquel que nunca haya oído hablar de ello, Belo Monte es el proyecto de lo que, cuando sea terminada por completo hacia 2019 (está previsto que comience a funcionar parcialmente a partir de 2015), será la tercera mayor central hidroeléctrica del mundo.

La presa se encuentra situada cerca de la ciudad de Altamira, en el estado brasileño de Pará y retendrá las aguas del río Xingu, uno de los principales afluentes del Amazonas. Se prevé que produzca 4.500 MW en media (39,5 terawatios-hora por año), aunque la potencia instalada será aún mayor (11.233 MW). Dicha producción supondrá el 10% del total de la energía generada en Brasil y vendrá a cubrir los problemas de escasez de electricidad que tradicionalmente han sufrido los estados del norte, la región más extensa del país, pero al mismo tiempo la que cuenta con una menor población.

Esquema de las instalaciones de la central.

"Vazão" significa caudal en portugués.
1. Canales de derivación ; 2. Depósito de los canales ; 3. Diques ; 4. Generador principal.


Para hacernos una idea de la dimensión de las cifras que comentamos, Belo Monte producirá anualmente la cantidad de energía suficiente como para abastecer toda la demanda doméstica del sempiterno rival futbolístico de Brasil, Argentina y ocupará un área de 503 km2, el equivalente a 83.833 campos de fútbol de 100x60 m.



La subasta:


Desde 1975, cuando la idea original fue planteada, pasaron 30 años a lo largo de los cuales el proyecto sufrió numerosas alteraciones, salpicadas por todos lados de negligencias en cuanto a los estudios de impacto ambiental y duros choques políticos del gobierno federal con los ambientalistas, el gobierno regional, el propio sistema judicial y las comunidades indígenas. Tras este tiempo, el 20 de abril de 2010 la concesión de las obras de la presa fue subastada al mejor postor en una puja que duró 10 minutos. El ganador de la suculenta tajada fue el consorcio liderado por la Constructora Andrade Gutiérrez en el que también participan otras como Camargo Corrêa, Odebretch, Quiroz Galvão, OAS, Contern, Galvão Serveng, J. Malucelli y Catenco.

El costo total de la obra se ha estimado en unos 30.000 millones de reales (unos 12.000 millones de euros).

La célebre indígena Tuíra levanta amanezante su machete en señal de protesta contra José Antônio Muniz, presidente de la empresa Eletronorte, en 1989, cuando se estaba dando a conocer a la población la intención de construir la central.

Las repercusiones:


Aparte del evidente “socavón” que supondrá en mitad del océano verde que es la selva, acabando con la biodiversidad y reduciendo el hábitat de muchas especies, la presa originará otros muchos problemas de tipo social y económico derivados fundamentalmente de la drástica disminución del caudal natural del río en una región que comprende unos 100 km de su curso. Esta área dejará de recibir una ingente cantidad de agua que será reconducida hacia donde se encuentran los generadores de electricidad de la central.

La alteración del curso natural del río provocará el aislamiento de poblaciones que cuentan con la fluvial como única vía de comunicación, al mismo tiempo que quedarán inundadas de forma permanente zonas que sólo lo estaban estacionalmente. Aumentará la cantidad de agua evaporada debido a la disminución del caudal, así como empeorará sensiblemente la calidad de esta agua, hecho que influirá directamente sobre las actividades de pesca de las que dependen económicamente buena parte de los habitantes ribereños.

Unas 20.000 familias que viven en la zona serán forzadas a abandonar sus hogares.




La justificación:


Si se accede al portal web de energía del gobierno federal de Brasil, puede verse que existe un documento dedicado exclusivamente a la descripción del proyecto y la resolución de las habituales “preguntas más frecuentes”. En este documento lo primero a lo que las autoridades responden es a la justificación de la obra.

Sí señores. Algo huele a chamusquina desde el comienzo. En la segunda línea ya aparece la expresión “crecimiento del PIB” como objetivo (ineludible y a toda costa). Este ha de continuar creciendo al menos a un ritmo de un 5% anual en el país durante los siguientes 10 años, así como se ha de proseguir con “la erradicación de la pobreza y mejor distribución de renta”. ¿Paradójico no?

Es aquí donde enlazamos con la pregunta del principio sobre los objetivos del desarrollo tecnológico. ¿Realmente es necesario destruir una región de tal tamaño y acabar con la forma de vida tradicional de sus moradores? ¿Serán mejores las vidas de esas personas? ¿Serán más felices? Si no es así y ellos, principales afectados, no quieren la obra, ¿qué derecho tienen otros de imponérsela? ¿De verdad es esta la única solución para que los habitantes del norte de Brasil tengan la electricidad que les falta? ¿Hay otros intereses detrás de la construcción de la presa?

El problema, a mi entender persistirá en tanto que se identifique el desarrollo de una nación con cantidades de dinero y consumo energético. Un poco más abajo de donde se expone tal justificación, también se compara el gasto energético del país con el de países europeos y Estados Unidos (escandaloso). El objetivo según las autoridades brasileñas es alcanzar dichos valores, indicativo de que estarán “a la altura de esos países. En lugares donde parte de la población cuenta únicamente con una formación inferior incluso a la básica, es muy fácil vender la moto” de un futuro próspero (aquel de las hipotecas y las mil deudas que amargan la existencia). Pan para hoy y hambre para mañana.

El ser humano es inteligente, capaz de erigir colosales obras de ingeniería, pero al mismo tiempo es el campeón de la tozudez. Si algo nos enseña la historia, es que nunca aprendemos de ella, y la historia de Belo Monte ya la conocimos en España, con nuestro infausto “Paquito Pantanos” (que por algo se ganó el sobrenombre), como la conocieron los dos millones de chinos que se vieron afectados por la construcción de la Presa de las Tres Gargantas.

Nosotros erre que erre, “progresando”.


Dejo aquí el documental que me inspirtó para escribir esta publicación. Realmente vale mucho la pena dedicarle la hora que dura.

¡Hasta la próxima!




3 comentarios:

  1. Juntando esse fato,que para mim mais parece um grande absurdo, com os últimos acontecimentos que estamos acompanhando sobre as manifestações e violência envolvendo policiais, me fez refletir sobre o quão adequado é o nosso "querido emblema" estampado em nossa bandeira : ORDEM E PROGRESSO. Quanta ironia...
    Brasil, o país dos contrastes

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  2. Obrigado anônimo pela sua aportação crítica sobre a situação. Sob meu ponto de vista o que a gente tem que fazer é se manifestar e tentar se envolver, de alguma forma, muito mais com a participação política.
    Enquanto tivermos capacidade de opinião e vontade de lutar para mudar as coisas, existirá sim uma esperança.

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  3. Gran post y genial reflexión Enrique. Aquí evidentemente hay una clara violación a los derechos humanos de estas personas, a la posesión de sus territorios y la expulsión de su hábitat.

    Si tal y como parece la construcción de esta presa sigue adelante miles de personas perderán sus hogares, su sustento de vida y sus vidas. Los pueblos indígenas necesitan sus tierras para sobrevivir y, al haberlas habitado durante siglos, guardan mucho más que un profundo vínculo espiritual con ellas. Ninguna suma monetaria o medida de compensación podrá reemplazar sus tierras ancestrales.

    Buscando sobre el tema he encontrado, además del vídeo que enlazas de Documentos TV, otro documental estrechamente relacionado y muy recomendable llamado Damocracy de Todd Southgate.

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